Animalia

27 de febrero de 2008


Y más novedades en mi vida!
Para empezar ya puedo decir de manera oficial que tengo una profesion: soy AUXILIAR DE CLINICA VETERINARIA!! De momento laboralmente estoy en "stand by", aunque me he apuntado a la bolsa de empleo de la academia.
Este viernes 29 comienzo un nuevo curso de Exóticos (que me ha salido gratis) y la semana que viene continúo la formación con la parte técnica.

Por otro lado, el viernes pasado fue el cumpleaños de Pablo... 33 añitos de nada! Sabía que lo que más ilusión podía hacerle era un perrito, aún sabiendo el caos que se iba a generar en casa con dos perros... Pero al final conseguí contactar con un chico que vendía cachorros de American Staffordshire. Y ahora en casa somos cuatro. Chevo es la nueva alegría de la casa, un cachorro precioso de dos meses y medio y casi nueve kilos. Con Pancho la cosa va bien, se pasan el dia enfrascados en una lucha interminable, pero sin hacerse daño. Si ahora la pelea no es equitativa, veremos cómo será cuando Chevo se haga aún mas grande.

Un dia de perros...

13 de febrero de 2008


.... Y nunca mejor dicho. Ayer lunes asistí a mi primera intervención quirúrgica. El paciente era Homer, un Yorkie más que bueno de 10 años de edad. Tenía piedras en la vejiga y ya le habían intervenido antes por el mismo problema.
Estuve un rato más pasando consulta hasta que se fue el último cliente y me quedé con Carlos el veterinario y su socia Mercedes. Mientras le colocaban una vía al pobre Homer y colocaban el material me iban advirtiendo de que si me mareaba saliera del quirófano. Yo les dije que no era aprensiva ante la sangre y a las vísceras. Aún así me dijeron que más de uno se mareaba la primera vez que asistía a una cirugía.
Pasamos al quirófano, intubaron al perro, le colocaron en decúbito supino, echaron yodo sobre la parte a abrir.... y me desmayé! Pasé una verguenza terrible, ni siquiera habían empezado y ya me había mareado. Sinceramente, cuando me recuperé lo achaqué al calor de aquel cuartito y al olor a Betadine.
Salí un momento a la parte donde pasan consulta, me senté, me eché un poco de agua en la cabeza y volví a entrar a quirófano. Ya habían abierto y sacado la vejiga del animal. Me mareé unas cuantas veces más con sus respectivas salidas del quirófano, pero finalmente conseguí ver la operación completa.
La verdad es que no me daba angustia ver órganos perrunos fuera de un cuerpo... era ese olor, ese calor... Me imagino que con el tiempo me iré acostumbrando porque la experiencia, aunque un poco agitada, fue estupenda.

Hace 13 años...

12 de febrero de 2008

No se por qué razón me ha dado últimamente por acordarme de todos vosotros, especialmente de mis niñas.... Me falta una, siempre perdida, siempre reencontrada, siempre rubia... que debe andar por cielos internacionales si todo le está yendo todo bien.

Os encontré a cada uno de vosotros en una etapa crucial. Bueno, en realidad todas las etapas en mi vida han sido cruciales de un modo u otro. Os fui conociendo en los momentos más importantes, ya fueran en internados o en colegios pijos mallorquines.

A Cuchi y a Christina las encontre cuando sólo era una niñata. Se me hacía raro compartir baño con una chica que chapurreaba el español y se depilaba las piernas repletas de espuma con cuhilla y con una rapera de pelo rapado y flequillo. Pero a los dos dias se me pasó. Además, teniamos a nuestra Purmona y la niña del plumas con bolsillos en las tetas. Imposible pasarnoslo mal. Como no en el bando de la niñata (osea, yo) estaban Brome y Blanco... ¡qué extraño haber perdido el contacto con ellas! jejejejeje. Lloré por vosotras el dia en que decidí irme de esa cárcel con forma de cuadrado y balones volando por el cielo.

Ya en Mallorca conoci a Cande de la manera más rara en que se puede conocer a alguien. Me mandaron al despacho de mi tutor y como vi que aún no había llegado, me quedé esperando en el banco del pasillo junto a la puerta. Llegó una chica que ya tenía fichada de la zona de las motos de San Cayetano (usease, zona de fumeteo), entró en el despacho como una bala, salió, me preguntó si había visto a una chica por ahí, le dije que no y con esas se volvió a subir hacia la zona donde estaban las clases. ¡Qué tia más rara!. Obviamente me estaba buscando a mí, así que Cristobal la hizo volver a buscarme. Creo que es de las pocas veces que he visto a Cande con tal despiste. A partir de ahí unimos unos lazos que nos permitieron grandes hazañas como que mi madre me dejara dormir en casa de Cande cada viernes, noche que aprovechabamos para salir por Gomila hasta las tres de la madrugada (ay... hasta las tres!). Pero siempre teníamos tiempo para "la última copa".

No sólo encontré a Cande en San Cayetano. También estaban mis queridos Alberto (siempre Tito Peix), Toni, Mateo, Joana, Marieta, Tomás, Maia, Lola, Telmo (¿se puede decir algo de Telmo?... Por aquella época aun no tenia relación con David.

Más adelante conocí a Raquel. Ahí ya completamos el trío lalalá de Palma.

No puedo olvidarme de Lucía, que con su naturalidad enmascarada de "niña bien" hizo reirme hasta el ahogamiente en un triste año de internado.

Seguramente me olvide de muchos nombres, pero eso es tan sólo en el ciber-papel.